La sensibilidad que tiene una persona altamente perceptiva le proporciona unas características que contribuyen a hacer del mundo un lugar mejor. Es algo que podemos percibir en estas personas. De un modo u otro, la PAS hace sentir bien a las personas que tiene a su alrededor, ya sea por su entusiasmo, su empatía o compasión por las demás personas.
Si es una PAS tímida puede que le cueste mostrar esta parte con personas con las que no tiene confianza. Si no la ves en todo su esplendor ofreciendo su alegría al mundo, si verás al menos, que es una persona que evita la negatividad y el conflicto con otros, ya que ella tiene la capacidad de sentir en su propia piel el enfado e ira de los demás, y es algo que evitará a toda costa.
Frases como “Eres demasiado sensible” se escuchan frecuentemente de personas que no son altamente sensibles hacia las PAS. Como ellos no perciben tan intensamente, creen que es algo a superar, a mejorar, algo completamente desmesurado y posiblemente negativo que tiene la persona. Por ello, suelen incitarla a cambiar. La persona altamente sensible siente las emociones de forma más intensa, tanto aquellas que le hacen sentir bien como la alegría y la felicidad, como otras con las que sufre, como la ira, el enfado o la tristeza. El sentir intensamente no se elige, es algo innato. El gestionar este tipo de comentarios, y centrarse en lo que sí aporta la sensibilidad a su vida, es el punto clave para no caer en un sentimiento de rechazo hacia sí mismo y hacía quien es.
Es muy importante que PAS se rodee de otras PAS para sentirse validadas y con confianza. Cuando empieza a compartir su historia y vivencias con ellas, siente una gran conexión porque todos esos muros que tuvo que construir para no ser juzgada o ser el centro de atención, ahora puede derribarlos porque siente que es real lo que le ocurre, que no es la única, que la entienden y que su sensibilidad sí es especial. Desde Pasionados hemos creado una Terapia grupal PAS que te ayudará a evolucionar y a gestionar aquellas situaciones que te siguen provocando malestar a día de hoy.
La felicidad para muchas PAS es estar solas, o en compañía pero de forma muy relajada. Sin ruidos fuertes ni mucho alboroto. Poder tomar sus tiempos para realizar las actividades que le gustan sin presión. Suelen ser personas que no necesitan mucho para ser felices porque tienen una mayor conciencia y riqueza interior. El silencio es su mejor amigo y la naturaleza su aliada.
Por definición, una persona altamente sensible (HSP, por sus siglas en inglés) es alguien que tiene una alta sensibilidad de procesamiento sensorial e inteligencia emocional. Los estudios muestran que estas personas son naturalmente más sensibles a los estímulos, ya sean ruidos fuertes, olores intensos o luces brillantes. Pueden sobresaltarse con facilidad, sentir emociones fuertes y tener una mayor reacción a los efectos de la cafeína y el alcohol.
Se estima que entre el 15 y el 20 % de las personas son altamente sensibles. La selección natural ha mantenido este rasgo, ya que puede haber muchas ventajas en una mayor sensibilidad. Las personas altamente sensibles pueden ser diferentes de la población en general, pero son diferentes de una manera que podría ser útil, y quizás crucial, para el funcionamiento de la sociedad.
Características de las personas PAS:
1. Alta percepción y supervivencia
Como siempre digo, la PAS es un escáner, todo lo ve. Es como si escaneara el entorno en el que está. Esta capacidad le permite detectar antes cualquier tipo de movimiento, por lo que es una ventaja para la supervivencia de la humanidad al poder evitar así posibles situaciones peligrosas. Desde estar en la naturaleza y detectar el movimiento de una rama y la presencia de un animal cercano, hasta percibir pequeños movimientos que realizan los conductores antes cambiar de carril o realizar un adelantamiento.
El desorden o un entorno conflictivo en el puesto de trabajo es algo que podría hacer que la persona altamente sensible no fuese tan eficaz y merme su capacidad de trabajo y creatividad porque absorbe lo que hay alrededor. Tienen una fineza sensorial que les permite captar pequeños cambios en el sonido, el color, la luz y el estado de ánimo de otras personas. Además, pueden volverse aún más vigilantes para protegerse de las molestias que provoca esta sensibilidad. Por ejemplo, si una ambulancia pasa por su lado sin esperarla, puede asustarlos causándoles malestar, dolor de cabeza o taquicardia entre otros síntomas, por lo que estará alerta para evitar sentirte sobre estimulado. Un beneficio de toda esta sintonía es una mayor comprensión no solo del mundo sensorial, sino también de cómo otras personas pueden reaccionar a su entorno.
2. Resolutivas y percepción de sutilezas
Muchas PAS son visionarias e inventoras. Pueden procesar información, experiencias y situaciones de una manera más profunda y completa, con múltiples detalles, siendo más capaces de conectar puntos entre sí y encontrar las piezas que faltan ante un problema, un proyecto en el que está trabajando, en la resolución de conflictos, etc.
Tienen la habilidad de percibir pequeños detalles y sutilezas en el entorno. Las personas altamente sensibles al tener los sentidos agudizados pueden percibir tonos más vivos, olores más intensos, sonidos más fuertes, sabores más sutiles y un tacto más sensible. Porque todo se amplifica, todo se percibe.
Si alguien realiza incluso un pequeño cambio en el entorno, como mover un cuadro en casa, una PAS suele ser la primera en darse cuenta. Tienden a procesar la información con más cuidado y pueden detectar fácilmente cambios, así como errores o equivocaciones. Estas habilidades pueden ser beneficiosas en la mayoría de los aspectos de la vida y son particularmente útiles en carreras en las que la orientación a los detalles es un rasgo deseado.
3. Empáticas y compasivas
Se ha podido ver en diversos estudios realizados, que las personas altamente sensibles son más empáticas y emocionales por una mayor activación de la ínsula y las neuronas espejo, áreas del cerebro involucradas en la conciencia y los sentimientos de empatía. Pueden percibir cómo se sienten las demás personas, y basándose en esto, actuar mostrando su compasión o preocupación genuina por ellas.
Por lo general, son más conscientes del lenguaje no verbal, saben leer entre líneas captando emociones sutiles que para la mayoría de las personas podrían pasar desapercibidas. Muchas PAS informan haber experimentado las emociones de otra persona como si fueran propias.
Las personas altamente sensibles son más propensas a reflexionar sobre sí mismas y a pensar en las consecuencias de sus acciones. Debido a su empatía y preocupación por los demás, también pueden tener un fuerte sentido de la justicia y la equidad. Tienden a ser más considerados con los demás y, por lo general, se esfuerzan por hacer lo que creen que es correcto en cada situación.
4. Son pacíficas y pacifistas
Debido a su mayor sensibilidad, las PAS tiene una mayor conciencia y una fuerte empatía, por lo que son capaces de entender el punto de vista de los demás, ponerse en sus zapatos, para comprenderlos y lograr entender qué es justo y qué no lo es, independientemente de cómo les afecte a ellas. Después tomará sus decisiones, pero no se dejará liderar por el egocentrismo. PAS odia los conflictos y las injusticias, por lo que estar en una situación de este tipo le puede generar mucho estrés y prefieren evitarlas a toda costa.
Están muy orientadas a las relaciones y son buenas mediadoras. Como persona altamente perceptiva y consciente, podría ayudar a alcanzar la paz en numerosos conflictos, al igual que calmar y ser cobijo de aquellos que sufren.
Todas estas características nos hacen ver las ventajas que puede aportar la sensibilidad al mundo, una especie de don que les ha sido otorgado a las personas altamente sensibles. En una población cada vez más individualista, las PAS nos enseñan qué es la compasión y cómo podemos ser más amables con el mundo. No con la visión desde el “yo”, sino desde la de “nosotros” buscando el bien común.
